Siguiendo a Jerome Bruner (2003), podemos sostener que nuestro modo de pensar el mundo es narrativo, desde muy temprana edad frecuentamos relatos y también los producimos, estos nos brindan una serie de conocimientos para orientarnos en nuestra sociedad. Asumir esta mirada narrativa, transitada hace décadas pero nunca totalmente instalada en la enseñanza de la Historia, nos permite generar prácticas de aprendizaje significativas que interpelen a los estudiantes además de articular con discursos, literarios, cinematográficos, televisivos, de amplia circulación y potencia. De este modo, el presente artículo tiene como fin, revisitar y dar a conocer mi investigación y propuesta de trabajo para la enseñanza de la historia en el nivel secundario desde un enfoque narrativo.