Trabajar con instituciones infantiles diversifica la mirada y pone el acento en los sujetos del aprendizaje, entendiendo que los niños y las niñas viven una experiencia cultural diferenciada. Hay nuevas maneras de sentir, escuchar y ver en las múltiples pantallas que los/as rodean y que las enseñanzas son construcciones profesorales que se enmarcan en finalidades que son parte de la cultura digital de este tiempo. La experiencia investigativa nos vuelve a mostrar que enseñar ciencias sociales desde la infancia potencia las posibilidades del pensamiento y de las prácticas sociales críticas.