
Todavía hoy la Argentina es vista por muchos (tanto a nivel doméstico como internacional) como un país de blancos, poblado mayormente por descendientes de europeos y tomando en poca consideración la participación de los pueblos originarios, africanos y de otras regiones del mundo en la construcción del estado nacional. Aún con este imaginario social extendido y con diferencias de acuerdo a las coyunturas políticas internas, en las universidades nacionales argentinas hay un interés por los estudios de historia de Africa que se remonta al momento de sus independencias y que se ha consolidado en el siglo XXI. En este trabajo nos proponemos reflexionar sobre los alcances y los límites de enseñar historia de Africa en Argentina, a partir de las experiencias desarrolladas en la Universidad de Buenos Aires, poniendo especial énfasis en las discusiones sobre interculturalidad, derechos humanos y cuestiones raciales.