
Este artículo analiza el papel de los libros de texto y otros materiales escolares en la enseñanza de Historia, en la escuela media en la Ciudad de Buenos Aires, en el marco de una investigación doctoral en curso. Los resultados revelan una profunda transformación de los libros de texto aún en el soporte papel al tiempo que éstos o sus fragmentos fotocopiados en papel siguen teniendo una extraordinaria vigencia. Sin embargo, se combinan cada vez más con una diversidad de materiales en aumento: documentales, páginas web y Wikipedia en orden de importancia. Estas transformaciones están generando mutaciones en las prácticas de lectura en las clases de historia, convirtiendo a los profesores en mediadores de la información histórica entre libros y pantallas.